La escalada bélica entre Irán e Israel ha dejado un saldo devastador en suelo iraní, tras múltiples bombardeos israelíes en diversas zonas de Teherán desde el viernes.
De acuerdo con fuentes del Ministerio de Salud de Irán, hasta el mediodía del sábado se habían confirmado 128 muertos y aproximadamente 900 heridos, en lo que el gobierno califica como un ataque directo a su población civil.
Israel sostiene que sus objetivos eran estrictamente militares y que los ataques se centraron en instalaciones vinculadas al programa nuclear y depósitos de petróleo. Sin embargo, la portavoz del gobierno iraní, Fatemeh Mohajerani, denunció que al menos 30 mujeres y niños han muerto en los últimos tres días.
El embajador iraní ante la ONU, Amir-Saeid Iravani, había declarado el viernes que 78 personas murieron y 320 resultaron heridas, afirmando que la «abrumadora mayoría» eran civiles.
La prensa internacional, ha enfrentado serias limitaciones para reportar desde Irán, lo que complica la verificación independiente de los daños.
