Desarticulan intento de reactivación de la pandilla “La Raza” en institutos educativos del país

En un nuevo golpe contra estructuras criminales, la Fiscalía General de la República (FGR) y el Gabinete de Seguridad desarticularon un intento de resurgimiento de la pandilla conocida como “La Raza” en varios centros educativos del país. Como resultado del operativo, 48 jóvenes fueron capturados, todos estudiantes de institutos que presuntamente formaban parte de una estructura con niveles jerárquicos y funciones delictivas definidas.
La Fiscalía informó que con esta acción se logró desarticular una célula criminal que pretendía operar desde dentro de los centros escolares, vulnerando la seguridad y el desarrollo de la juventud salvadoreña. El comunicado oficial destacó que se evitó la consolidación de un grupo con intenciones claras de replicar el modelo de pandillas tradicionales en espacios educativos.
Por su parte, el Ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, explicó que la operación fue producto de un trabajo conjunto con la FGR la semana pasada. “La investigación refleja una conducta típica de pandilla, con estructura jerárquica y una actividad criminal clara. No vamos a permitir que estructuras como estas se infiltren nuevamente en nuestras escuelas”, aseguró.

Villatoro también criticó la legislación que por años trató con indulgencia a menores en conflicto con la ley, lo que —según él— facilitó el crecimiento de pandillas como la MS y la 18. “Nos hicieron adoptar una ley bastante romántica para enfrentar a los menores, y fue esa ley la que permitió que las pandillas reclutaran masivamente jóvenes en el pasado”, señaló.
El caso marca un precedente dentro de la estrategia de seguridad implementada por el Estado para garantizar entornos escolares libres de violencia y criminalidad, y representa un paso importante en la protección de la niñez y adolescencia ante la amenaza de estructuras delictivas.
Las autoridades reafirmaron su compromiso de llevar ante la justicia a cualquier persona que intente revivir o expandir estructuras pandilleras en el país, sin importar su edad.