La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han establecido un objetivo audaz para la región de Las Américas: erradicar más de 30 enfermedades transmisibles y condiciones médicas para el año 2030. Esta iniciativa busca mejorar drásticamente la salud pública y reducir la carga de enfermedades evitables en todo el continente.
Entre las afecciones que se buscan eliminar se encuentran la meningitis bacteriana, la enfermedad de Chagas, la lepra y la malaria, entre otras. Aunque algunos países ya han logrado avances significativos en el control o erradicación de varias de estas enfermedades, el riesgo de reaparición persiste debido a factores como la migración y la resistencia a los medicamentos.
El Salvador ha sido parte de los países que han mostrado progresos notables en la eliminación de enfermedades como la viruela, el sarampión y el tétano neonatal. Sin embargo, la vigilancia continua es crucial para mantener estos logros y prevenir cualquier rebrote, asegurando así la salud de la población.
Desde una perspectiva económica, la OPS destaca que la inversión en la eliminación de estas enfermedades no solo salva vidas, sino que también genera beneficios económicos considerables. Por cada dólar invertido, se espera un retorno neto de aproximadamente 25 dólares, lo que subraya la rentabilidad de estas iniciativas de salud pública.
Este ambicioso plan de erradicación para 2030 representa un compromiso firme con la salud y el bienestar de las poblaciones en Las Américas, buscando construir sociedades más saludables y equitativas a través de la prevención y el control de enfermedades.
