FinCEN lanza alerta nacional y endurece vigilancia sobre remesas de inmigrantes en situación irregular

La Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN) emitió una alerta nacional dirigida a todas las empresas de envío de dinero en Estados Unidos para reforzar la vigilancia sobre las remesas enviadas por inmigrantes en situación irregular. Según la disposición, cualquier transferencia internacional de 2,000 dólares o más deberá ser evaluada y reportada si se considera “sospechosa”, como parte de un esfuerzo federal para detectar posibles actividades ilícitas.
De acuerdo con UNOTV.com, la medida se enmarca en la Orden Ejecutiva 14159, firmada por el presidente Donald Trump, que cataloga la migración irregular como una amenaza para la seguridad nacional. Bajo este lineamiento, FinCEN exige a compañías como Western Union, MoneyGram y operadores más pequeños fortalecer los filtros internos aplicados a las transferencias internacionales, conocidas técnicamente como cross-border funds transfers.
De acuerdo con FinCEN, la alerta responde al riesgo de que ciertas remesas puedan estar vinculadas con tráfico de drogas, trata de personas o lavado de dinero, especialmente por parte de organizaciones criminales que utilizan montos moderados para evitar controles bancarios tradicionales. Aunque la agencia reconoce que la mayoría de envíos son legítimos, sostiene que actores delictivos han aprovechado estos sistemas para mover fondos sin ser detectados.
La institución también recordó que el sector ya está obligado por ley a reportar cualquier movimiento financiero de al menos 2,000 dólares cuando exista sospecha de violación legal, pero subrayó que, bajo la nueva orden presidencial, la vigilancia deberá ser aún más estricta cuando se trate de envíos realizados por migrantes sin autorización laboral o migratoria. Además, las empresas deberán evaluar no sólo el destino del dinero, sino también su origen, para determinar si proviene de actividades no permitidas dentro del país.
En 2024, las remesas enviadas desde Estados Unidos superaron los 72 mil millones de dólares, una cifra que FinCEN considera clave para evaluar la magnitud del riesgo. Con la nueva directriz, el gobierno busca monitorear de forma más rigurosa estos flujos económicos, reforzando la supervisión sobre movimientos que antes podían pasar inadvertidos en los sistemas de control financiero.



